Surge “fenómeno” de personas con vivienda que viven en la calle
06/01/22, 3:45 a. m.
Los problemas de salud mental han provocado el incremento de las personas que deambulan, afirmó la fundadora de La Perla de Gran Precio.
Por Frances Rosario
31 de mayo de 2022 • 11:45pm
Los embates que ha enfrentado el pueblo desde que el huracán María azotó a la Isla, ha llevado a que cada vez más personas que tienen un hogar vivan como deambulantes, afirmó la directora y fundadora hace 36 años de la organización sin fines de lucro La Perla de Gran Precio, Lissette Alonso Quintero.
Este “fenómeno”, como lo llamó, viene acompañado de un incremento de personas que, empujados por la pobreza, el uso de drogas o la violencia intrafamiliar, buscan todas las noches un cobijo en las calles para dormir.
Pero, a juicio de Alonso Quintero, son los problemas de salud mental que hay entre la población el denominador común que hace que cada vez haya más personas que opten por deambular.
“Yo pienso que hace mucha falta que se integre un buen servicio de salud mental y un buen servicio de detox, para que cuando uno rescate a esa persona de la calle, uno pueda inmediatamente ponerlo en detox, si son usuarios de droga, o se le pueda dar un seguimiento de salud mental. Porque, ¿cómo tú puedes pensar que una persona que ya ha conseguido su hogar continúe viviendo como una persona sin hogar? Pues eso es que tiene algún tipo de situación mental, de salud mental y, entonces, yo creo que esos dos servicios son completamente esenciales”, manifestó, mientras daba un recorrido con Primera Hora en una de las instalaciones que tiene la organización en Hato Rey.
Desde hace 36 años, Alonso Quintero comenzó su labor social atendiendo a deambulantes en La Perla, en el Viejo San Juan. Ahora, llegan a 30 municipios.
Señaló que un grupo de manejadores de casos visitan los lugares donde suelen estar las personas con un vagón en donde pueden bañarse y cambiarse de ropa. Además, se les provee alimento. Dijo que casi a diario logran rescatar entre una a tres personas de las calles. Estos son ubicados en programas de ayuda y un hogar de emergencia en el que están por tres meses. Luego, pueden pasar a los hogares permanentes que tiene el centro en Río Piedras y Caparra, o buscar una residencia a través de los vales que se emiten con fondos federales.
“Ahora mismo tenemos un lugar de emergencia para personas sin hogar que han tenido contacto con personas con COVID o tienen COVID, que ese es un proyecto nuevo”, dijo.
En este proceso de ayuda, la también pastora ha visto cómo el problema de las personas sin hogar ha aumentado en los últimos años.
“Desde María para acá ha aumentado y con el COVID ha aumentado más… En este momento, hay mucha gente en la calle, pero nosotros trabajamos diariamente”, sostuvo.
Se le preguntó la razón para el aumento de los deambulantes y destacó que “alguna gente se ha quedado sin casa, otros la violencia intrafamiliar ha hecho que gente se vaya de sus hogares y no tenga a dónde ir. El problema de la salud mental es otra cosa. La situación de salud mental es muy grande entre las personas sin hogar. La adicción a las sustancias, también tiene la pobreza los lleva a deambular”.
Apunta a la salud mental
Pero, insistió en que la situación de salud mental en las personas sin hogar “es el problema mayor y no lo podemos tapar”. Por ello, urgió por el establecimiento de clínicas accesibles para prestar servicios.
Dijo que estas condiciones de salud mental son las que han llevado a que cada vez se encuentren con más casos de personas que viven en las calles teniendo un hogar.
“Hay un problema de salud mental grave. ¿Por qué una persona que ya tiene su casa, que puede estar estable en su casa, por qué tiene que estar viviendo como una persona sin hogar? Nosotros hace como un año hicimos una encuesta interna en Río Piedras y a todos los que le estábamos dando servicio le empezamos a preguntar si ellos no tenían hogar. La mitad de las personas que nos contestaron tenían hogar, pero vivían todos los días como personas sin hogar. Ese problema se tiene que tratar, porque es un problema de salud mental”, argumentó.
Alonso Quintero no cree que este problema se deba a que el gobierno abandonó a las personas. Aludió a que lo ve como un “asunto social” al que se le debe prestar atención proveyendo más y mejores servicios.
“Hay muchas organizaciones sin fines de lucro que estamos dando buen servicio y que poco a poco vamos alcanzando, vamos consiguiendo hogares, sus tratamientos”, expresó.
No obstante, denunció de que en los pasados años han observado cómo los fondos para proveer servicios, principalmente los que provienen de la Legislatura, se les recortan. A modo de ejemplo, señaló que en este año fiscal se les quitó $70,000 en fondos legislativos.
Dijo que todo este proceso de obtener dinero para proveer servicios les resulta “una agonía” a las organizaciones sin fines de lucro.
Asimismo, la expropagandista médico tronó contra la propuesta del senador José Vargas Vidot, cobijada en el proyecto del Senado 778. El mismo propone crear el “Plan de Abordaje al Fenómeno del Sinhogarismo en Puerto Rico”, al establecer la Oficina de Apoyo a la Población sin Hogar y al obligar a los municipios a designar a un oficial de enlace para lograr elaborar una respuesta sistémica para erradicar el problema.
Alonso Quintero sostuvo que el problema es que se centralizan todos los fondos destinados para ayudar a los deambulantes y se haría más burocrático impulsar la ayuda a esta población.
“Yo creo que esa ley es peligrosa, porque esa ley lo que va a tratar de hacer es una oficina que lo quiere coger todo, todo, todo, todo. Todos los fondos de los diferentes lugares, ya sea federales, estatales, legislativo y los quiere mantener en esa oficina. Y entonces, si tú lees la ley, tú te das cuenta que no solamente quieren coger todos los fondos para esa oficina y centralizarla, sino que quieren dirigir todo. Es decir, a las organizaciones nos enlazan las manos, porque quieren que los acuerdos colaborativos pasen por esa oficina. Quieren que todo lo que se haga con las personas sin hogar pase por esa oficina. Y yo creo que sería un proceso aún más burocrático de lo que nosotros ahora mismo estamos viviendo”, puntualizó.
Gimnasio para personas VIH
Además de los servicios a deambulantes, La Perla del Gran Precio también tiene un centro para menores removidos del Departamento de la Familia, llamado Hogar El Pequeño Joshua; un albergue para mujeres, así como servicio directo a la población con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
La directora de La Perla de Gran Precio destacó que cuentan con el único gimnasio clínico para personas de VIH de Latinoamérica. Allí se les hace a los participantes unas rutinas de ejercicios, se les da terapia física y terapias alternativas para ayudarlos en el manejo de dolor y otras condiciones de salud que enfrentan.
El consenso entre los participantes es que su llegada al centro les ha permitido superar la depresión en la que se encontraban y sentirse mejor físicamente.
Lilliam Figueroa, por ejemplo, dijo que contrajo VIH a los 18 años tras sufrir un accidente en motora y le pusieron una transfusión de sangre infectada.
“Mi hija tenía cuatro años. Claro que eso fue un trauma bien malo, imagínate”, relató.
Ya en la adultez, fue diagnosticada con cáncer, lo que agravó su depresión.
“Cuando yo salgo de aquí, llego a casa como si me hubiesen vacunado con más adrenalina de la que ya tengo, porque el ejercicio te ayuda mucho. Me ayuda mucho también que cuando tú compartes con otras personas, el ánimo se te levanta”, señaló.
Esa unidad es la que busca La Perla de Gran Precio en cada uno de sus servicios.
“¿Qué queremos nosotros? Que la persona llegue un momento, que esté estable, que la persona tenga su propio hogar. No sólo le ayudamos a amueblar los lugares, le ayudamos a lo que sea. Ellos pueden venir aquí y, si no quieren coger ninguna terapia, pues que venga. Juegan dominó. Almuerzan todos aquí, porque hacemos almuerzo, y nos convertimos en una gran familia extendida donde la soledad la sienten”, manifestó Alonso Quintero.
Para recaudar fondos, La Perla de Gran Precio vende un café producido en Jayuya, llamado Flor de Patria. El mismo se puede adquirir en el establecimiento Hecho en Puerto Rico, ubicado en el tercer nivel de Plaza Las Américas. Si desea ayudar como voluntario o monetariamente, también puede comunicarse al 787-282-0012 o hacer su aportación por el renglón de negocio de ATH Móvil a /LAPERLADEGPRECIO.